Nuevas
oportunidades, nuevas experiencias…
En una vereda de un municipio Antioqueño, nació y vivió “Mónica”, allí hizo
sus estudios primarios, le tocaba caminar 50 minutos diarios para poder llegar
a su escuela, llueva, truene o relampaguee debía ir a cumplir con su labor
académica, “Me tocaba ir con unos zapaticos rotos a la escuela o con unas botas
de plástico cuando llovía”. Es la quinta de 7 hijos que tuvieron sus padres quienes
toda su vida han vivido en esa vereda, Don Joaquín, su padre trabaja la tierra
y madruga todos los días a las 4 de la mañana para hacer un recorrido de una
hora antes de llegar a su sitio de trabajo, doña Altagracia es ama de casa y le
toca levantarse a las 3 am a despachar a su esposo y hacer el desayuno para sus
hijos que deben ir a estudiar, “recuerdo que mi mama nos daba aguapanela con un
pedacito de arepa, le untaba manteca y partía un pan de queso en 3 pedazos para
los otros hermanitos” es una familia muy humilde donde sus padres en su mucha o
poca experiencia les han inculcado buenos modales y replicado que es bueno y
que es malo, “cuando mi papa nos llevaba al pueblo los domingos, que iba a
mercar, me tocaba cogerlo de la mano, por que me asustaba viendo tanta gente y
tantos carros”, en esta vereda son muy pocas las oportunidades para las
personas ya que solo pueden estudiar hasta quinto de primaria y luego los
hombres se ponen a trabajar la tierra que hasta bien mal pago es esa labor y
las mujeres les toca ayudar a sus madres con las labores de la casa.
“Mónica” termino su primaria en su vereda y creía que le iba tocar como
sus otros hermanos quedarse en la casa ayudandole a su madre, “conté con buena
suerte, porque mi madrina que fue de la vereda y ya vivía en el pueblo, le
pidió a mis padres que me dejaran ir a vivir con ella y su esposo, para darme
el estudio y tener mas posibilidades en la vida”, un domingo de Enero su padre
salió a mercar al pueblo como era normal cada 8 días, pero ese día llevaba
consigo un costal en el cual llevaba la ropita de “Mónica” quien ese día se iba
a vivir al pueblo para poder continuar con sus estudios, gracias a su madrina. “Llegue
muy de mañana al pueblo con mi padre y fuimos a misa como todos los domingos, a
la salida de la iglesia en el kiosco nos encontramos con mi madrina, ella se alegro
al verme y me dijo que nos fuéramos para su casa a organizar mi nuevo cuarto”,
Don Joaquín le entrego el costal a la madrina y le echo la bendición a su hija,
le deseo mucha suerte y se despidió con un beso en su frente, “comadre le
encargo a mi hija, espero que no le dé lidias y Dios le recompensara lo que
está haciendo por ella”, él quedo con lagrimas en sus ojos y ellas se
desplazaron hacia dicha casa, “llegue y me mostró mi nuevo cuarto, con una cama muy bonita y limpia, con televisor, closet, una lamparita con una
muñequita muy linda, en la tarde salimos con su esposo, me compraron ropa
nueva, zapatos para la calle y para comenzar en el colegio” esta niña no
asimilaba todo lo que estaba pasando, fue un giro de 360º , pasar del silencio
y la soledad de su vereda a la bulla y el movimiento del pueblo, de zapatos
rotos, ropa muy malita a tener todo nuevo, no sabía ni prender el televisor de
su cuarto y se ponía a canaliar sin saber que era lo que quería ver, debía
cambiar todos sus modales y el ritmo de vida era una cosa muy diferente a lo
que tenía antes.
Lunes 17 de Enero “recuerdo que mi madrina me envío al colegio con una
vecina, ya que ella madrugaba a trabajar, era mi primer día de colegio y la
jornada era en la tarde”, “Mónica” se sentía menos que todos los niños del
colegio, se sentaba en los descansos solita y le daba pena mirar a sus
compañeros a los ojos, por cada materia era un profesor diferente, debía
utilizar uniforme y seguir unas reglas, algo que en su escuela no se veía, “los
primeros días fue muy duro, me daba pena de los compañeros, siempre me hacia
sola, me daban ganas de regresar a mi vereda”. Un día cualquiera estaba
“Mónica” tomando su algo en un corredor sola y se le arrimaron 3 compañeritas y
le pusieron conversa, hubo química entre ellas y le brindaron confianza a ella
y comenzó a soltar mas y contarles cosas
de su vida y de su entorno, ya en los descansos se sentaban las cuatro juntas,
compartían sus algos, salían del colegio juntas, se había establecido una gran
amistad, ya las cosa habían cambiado mucho, con amiguitas y amiguitos no volvió
a sentir ganas de regresar a su hogar, el rendimiento en el colegio fue bueno,
muy preocupada por cumplir con sus tareas, paso sexto bachillerato muy bien al
igual que séptimo y octavo, la adaptación en el pueblo fue total, muchos amigos
de colegio, acostumbrada a ver ya mucha gente, no perdía la costumbre de encontrarse
con su padre los domingos quien a veces venia con su madre y sus hermanos, iban
juntos a misa luego al kiosco a tomar un café con leche y buñuelo, les contaba cómo
iba el colegio y les hablaba de sus amiguitos, a sus casi 15 años no perdía la humildad y el orgullo de
tener unos padres campesinos.
“Mi madrina me regalo una fiesta de 15 años, invito a varios de mis
amiguitos del colegio, estuvieron mis padres y mis hermanos, fue un día
inolvidable”, ya los jóvenes comenzaban a mandarles saludes a “Mónica” y ella
sentía una atracción por Diego un
compañerito quien luego se convirtió en su novio durante unos meses y solo se
dieron 2 besos, “Fue muy gracioso el noviazgo con Diego nos veíamos y no nos
hablábamos por pena y éramos novios, solo nos dimos dos besitos en una casa de
una amiguita en la cual estábamos haciendo una tarea y el otro beso en una
fiesta del colegio” un día cualquiera ella le mando a decir a Diego que ya no
eran mas novios que no lo quería, eran muchos los admiradores y ella no sentía
atracción por ninguno, su mejor amiguita era Diana, era una de las tres que la
abordaron en sus comienzos del colegio y que aun en noveno grado su amistad era
intacta como los primeros días de conocerse, “con Diana compartía todo, en el
salón , en el descanso, salíamos juntas del colegio, en las noches hacíamos las
tareas juntas compartíamos hasta un confite” todas dos con 15 años y muy
asediadas por los jovencitos pero ellas eran muy relajadas en cuestión de
conseguir novio, salieron a vacaciones y “Mónica” se fue para donde su familia
y se llevo a su amiguita inseparable, ella le contó que su casa era muy humilde
y no tenía ninguna clase de lujos, que les tocaba dormir varios en la misma
cama, a lo que Diana no le vio problema pues quería conocer lugares nuevos, “Yo
sentía mucha pena con mi amiguita por lo feíta que era mi casa y las camas muy
malitas, jugamos toda la tarde con 2 hermanitas mías y a las 9 ya tocaba
acostarnos a dormir, mi mama nos acomodo a las 2 en una cama, dormimos bien el
primer día, el segundo día nos pusimos hablar en la cama y un momento a otro
sentí la respiración de ella frente a mi rostro, sin pensarlo dos veces los
labios de ella y yo se juntaron, nos dimos un beso muy apasionado y mi corazón
comenzó a palpitar a mil, esa noche no dormimos casi nada entre besos y
caricias pasaron las horas y amaneció de nuevo”, cuando se levantaron había un
poco de timidez entre las dos, y luego de almorzar se fueron a caminar ellas
solas y se sentaron en una manga a conversar del tema y llegaron a la
conclusión que la poca atracción por los hombres era que entre ellas había un
sentimiento mas allá que una amistad y no se atrevían a explorar cosas nuevas.
Hoy “Mónica” a sus 23 años convive con otra mujer quien es su
pareja, hace 2 años termino su relación con Diana quien fuera su mejor amiga y
con la que descubrió el amor por el mismo sexo, “fue muy lindo lo que viví con
Diana, duramos casi 5 años como pareja y
ya todo termino, ahora me encuentro con alguien que es muy especial y vimos
juntas hace 16 meses, lo que hace que me vine del pueblo”, “Mónica” ha llegado
a estar con 2 hombres, más que por amor, para convencerse que su pasión es el
mismo sexo, “me he acostado con 2 hombres en mi vida y siento fastidio, no lo
disfruto, cuando estoy con una mujer es diferente, siento cosas muy lindas, con
ellas he llegado hasta la cima a la hora
de tener relaciones sexuales, los besos, caricias y explorar todo el cuerpo es
lo que más disfruto al estar con una mujer”. “Monica” ya es toda una
profesional, tiene un muy buen empleo en la ciudad, vive con su pareja, en el
alma esta agradecida con su madrina, porque gracias a ella pudo seguir estudiando
y tener una carrera, sus padres viven aun en la vereda, los cuales no se
quieren ir a vivir al pueblo, donde ella le paga arriendo a 2 hermanos para que
puedan estudiar, en vacaciones es sagrado para ella ir donde su familia a la
que le ayuda mucho y de la cual se siente muy orgullosa.