viernes, 16 de agosto de 2013

Nuevas oportunidades, nuevas experiencias…


Nuevas oportunidades, nuevas experiencias…

En una vereda de un municipio Antioqueño, nació y vivió “Mónica”, allí hizo sus estudios primarios, le tocaba caminar 50 minutos diarios para poder llegar a su escuela, llueva, truene o relampaguee debía ir a cumplir con su labor académica, “Me tocaba ir con unos zapaticos rotos a la escuela o con unas botas de plástico cuando llovía”. Es la quinta de 7 hijos que tuvieron sus padres quienes toda su vida han vivido en esa vereda, Don Joaquín, su padre trabaja la tierra y madruga todos los días a las 4 de la mañana para hacer un recorrido de una hora antes de llegar a su sitio de trabajo, doña Altagracia es ama de casa y le toca levantarse a las 3 am a despachar a su esposo y hacer el desayuno para sus hijos que deben ir a estudiar, “recuerdo que mi mama nos daba aguapanela con un pedacito de arepa, le untaba manteca y partía un pan de queso en 3 pedazos para los otros hermanitos” es una familia muy humilde donde sus padres en su mucha o poca experiencia les han inculcado buenos modales y replicado que es bueno y que es malo, “cuando mi papa nos llevaba al pueblo los domingos, que iba a mercar, me tocaba cogerlo de la mano, por que me asustaba viendo tanta gente y tantos carros”, en esta vereda son muy pocas las oportunidades para las personas ya que solo pueden estudiar hasta quinto de primaria y luego los hombres se ponen a trabajar la tierra que hasta bien mal pago es esa labor y las mujeres les toca ayudar a sus madres con las labores de la casa.

“Mónica” termino su primaria en su vereda y creía que le iba tocar como sus otros hermanos quedarse en la casa ayudandole a su madre, “conté con buena suerte, porque mi madrina que fue de la vereda y ya vivía en el pueblo, le pidió a mis padres que me dejaran ir a vivir con ella y su esposo, para darme el estudio y tener mas posibilidades en la vida”, un domingo de Enero su padre salió a mercar al pueblo como era normal cada 8 días, pero ese día llevaba consigo un costal en el cual llevaba la ropita de “Mónica” quien ese día se iba a vivir al pueblo para poder continuar con sus estudios, gracias a su madrina. “Llegue muy de mañana al pueblo con mi padre y fuimos a misa como todos los domingos, a la salida de la iglesia en el kiosco nos encontramos con mi madrina, ella se alegro al verme y me dijo que nos fuéramos para su casa a organizar mi nuevo cuarto”, Don Joaquín le entrego el costal a la madrina y le echo la bendición a su hija, le deseo mucha suerte y se despidió con un beso en su frente, “comadre le encargo a mi hija, espero que no le dé lidias y Dios le recompensara lo que está haciendo por ella”, él quedo con lagrimas en sus ojos y ellas se desplazaron hacia dicha casa, “llegue y me mostró mi nuevo cuarto,  con una cama muy bonita y limpia,  con televisor, closet, una lamparita con una muñequita muy linda, en la tarde salimos con su esposo, me compraron ropa nueva, zapatos para la calle y para comenzar en el colegio” esta niña no asimilaba todo lo que estaba pasando, fue un giro de 360º , pasar del silencio y la soledad de su vereda a la bulla y el movimiento del pueblo, de zapatos rotos, ropa muy malita a tener todo nuevo, no sabía ni prender el televisor de su cuarto y se ponía a canaliar sin saber que era lo que quería ver, debía cambiar todos sus modales y el ritmo de vida era una cosa muy diferente a lo que tenía antes.

Lunes 17 de Enero “recuerdo que mi madrina me envío al colegio con una vecina, ya que ella madrugaba a trabajar, era mi primer día de colegio y la jornada era en la tarde”, “Mónica” se sentía menos que todos los niños del colegio, se sentaba en los descansos solita y le daba pena mirar a sus compañeros a los ojos, por cada materia era un profesor diferente, debía utilizar uniforme y seguir unas reglas, algo que en su escuela no se veía, “los primeros días fue muy duro, me daba pena de los compañeros, siempre me hacia sola, me daban ganas de regresar a mi vereda”. Un día cualquiera estaba “Mónica” tomando su algo en un corredor sola y se le arrimaron 3 compañeritas y le pusieron conversa, hubo química entre ellas y le brindaron confianza a ella y comenzó a soltar mas y  contarles cosas de su vida y de su entorno, ya en los descansos se sentaban las cuatro juntas, compartían sus algos, salían del colegio juntas, se había establecido una gran amistad, ya las cosa habían cambiado mucho, con amiguitas y amiguitos no volvió a sentir ganas de regresar a su hogar, el rendimiento en el colegio fue bueno, muy preocupada por cumplir con sus tareas, paso sexto bachillerato muy bien al igual que séptimo y octavo, la adaptación en el pueblo fue total, muchos amigos de colegio, acostumbrada a ver ya mucha gente, no perdía la costumbre de encontrarse con su padre los domingos quien a veces venia con su madre y sus hermanos, iban juntos a misa luego al kiosco a tomar un café con leche y buñuelo, les contaba cómo iba el colegio y les hablaba de sus amiguitos, a sus casi 15  años no perdía la humildad y el orgullo de tener unos padres campesinos.

“Mi madrina me regalo una fiesta de 15 años, invito a varios de mis amiguitos del colegio, estuvieron mis padres y mis hermanos, fue un día inolvidable”, ya los jóvenes comenzaban a mandarles saludes a “Mónica” y ella sentía una atracción por  Diego un compañerito quien luego se convirtió en su novio durante unos meses y solo se dieron 2 besos, “Fue muy gracioso el noviazgo con Diego nos veíamos y no nos hablábamos por pena y éramos novios, solo nos dimos dos besitos en una casa de una amiguita en la cual estábamos haciendo una tarea y el otro beso en una fiesta del colegio” un día cualquiera ella le mando a decir a Diego que ya no eran mas novios que no lo quería, eran muchos los admiradores y ella no sentía atracción por ninguno, su mejor amiguita era Diana, era una de las tres que la abordaron en sus comienzos del colegio y que aun en noveno grado su amistad era intacta como los primeros días de conocerse, “con Diana compartía todo, en el salón , en el descanso, salíamos juntas del colegio, en las noches hacíamos las tareas juntas compartíamos hasta un confite” todas dos con 15 años y muy asediadas por los jovencitos pero ellas eran muy relajadas en cuestión de conseguir novio, salieron a vacaciones y “Mónica” se fue para donde su familia y se llevo a su amiguita inseparable, ella le contó que su casa era muy humilde y no tenía ninguna clase de lujos, que les tocaba dormir varios en la misma cama, a lo que Diana no le vio problema pues quería conocer lugares nuevos, “Yo sentía mucha pena con mi amiguita por lo feíta que era mi casa y las camas muy malitas, jugamos toda la tarde con 2 hermanitas mías y a las 9 ya tocaba acostarnos a dormir, mi mama nos acomodo a las 2 en una cama, dormimos bien el primer día, el segundo día nos pusimos hablar en la cama y un momento a otro sentí la respiración de ella frente a mi rostro, sin pensarlo dos veces los labios de ella y yo se juntaron, nos dimos un beso muy apasionado y mi corazón comenzó a palpitar a mil, esa noche no dormimos casi nada entre besos y caricias pasaron las horas y amaneció de nuevo”, cuando se levantaron había un poco de timidez entre las dos, y luego de almorzar se fueron a caminar ellas solas y se sentaron en una manga a conversar del tema y llegaron a la conclusión que la poca atracción por los hombres era que entre ellas había un sentimiento mas allá que una amistad y no se atrevían a explorar cosas nuevas.



Hoy “Mónica” a sus 23 años convive con otra mujer quien es su pareja, hace 2 años termino su relación con Diana quien fuera su mejor amiga y con la que descubrió el amor por el mismo sexo, “fue muy lindo lo que viví con Diana,  duramos casi 5 años como pareja y ya todo termino, ahora me encuentro con alguien que es muy especial y vimos juntas hace 16 meses, lo que hace que me vine del pueblo”, “Mónica” ha llegado a estar con 2 hombres, más que por amor, para convencerse que su pasión es el mismo sexo, “me he acostado con 2 hombres en mi vida y siento fastidio, no lo disfruto, cuando estoy con una mujer es diferente, siento cosas muy lindas, con ellas he llegado hasta  la cima a la hora de tener relaciones sexuales, los besos, caricias y explorar todo el cuerpo es lo que más disfruto al estar con una mujer”. “Monica” ya es toda una profesional, tiene un muy buen empleo en la ciudad, vive con su pareja, en el alma esta agradecida con su madrina, porque gracias a ella pudo seguir estudiando y tener una carrera, sus padres viven aun en la vereda, los cuales no se quieren ir a vivir al pueblo, donde ella le paga arriendo a 2 hermanos para que puedan estudiar, en vacaciones es sagrado para ella ir donde su familia a la que le ayuda mucho y de la cual se siente muy orgullosa.

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